06 octubre 2005

Messi, ¿de interés general? Messi, ¿de interés general?


Esta es una de esas semanas extrañas sin fútbol. Bueno sí, juega la selección, pero no es lo mismo. En España no, porque la gente prefiere una jornada de liga que un "aburrido" Bélgica-España. Es por ello que en estas semanas de interpase la prensa deportiva saca de todo para llenar páginas que vender. Qué si las celebraciones zoológicas de los cariocas merengues, qué si Lampard le ha dicho al amigo de su mejor amigo que le gustaría un día jugar en el Barcelona, qué si Del Nido quiere a un Duda que duda con qué hacer con la ampliación de su contrato, etc. Pura paja mental y papel mojado que sería irrisorio si el sábado hubiese un Barça-Madrid en vez de un Bélgica-España que, aún y siendo muy importante, no es un acontecimiento de máximo interés en el global de nuestra sociedad (excepto para JJ Santos y su "quedan 4 días y 20 minutos para jugarnos el mundial").
Dentro de esta semana extraña sin fútbol casero un tema ha explotado con virulencia dentro del mundillo del balompié español: el caso Messi. Uno de los jugadores que menos minutos ha jugado en la Liga Española esta temporada está en boca de todos desde el lunes. Todos los programas de radio hablan de él, desde RadioMarca hasta RAC-1. El tema es sumamente complejo y en la mayoría de debates nadie dice toda la verdad. Lo cierto es que el temita es ideal para la extraña semana y se le está sacando un jugo sabroso pero cansino y repetitivo. Lo tiene todo: artículos jurídicos que nadie entiende pero que todos ansían interpretar, lucha interna entre Barcelona y Real Madrid (FEF vs LFP), entrada del tema nacionalista catalán con el Estatut de transfondo tras las declaraciones de Laporta, sangre, conflicto y, lo mejor de todo, argumentos útiles por ambas partes para defender su causa.
Gracias a la rápida nacionalización de Messi, al veto de la "ley Messi" por parte de la LFP, a los minutos que jugó contra el Zaragoza y a las denuncias presentadas por el próximo rival del Barcelona en la Liga y por el equipo que cuenta con un presidente-utillero-entrenador lamentable e impresentable (por recomendación de su asesor jurídico y vicepresidente de la LFP) el nombre del jugador está en boca de todos. Aquel chaval que debutó en Do Dragao con el primer equipo del Barcelona, que se pega 50 toques con una mandarina, que campeonó con Argentina en el pasado mundial sub 20 y que levantó al Camp Nou en el pasado Barça-Udinese está en boca de todos por hacer lo mejor que hace, jugar al fútbol. Seguramente, si fuera mal jugador nadie habría dicho nada, pero como la liga que estaba llamada a ser la de "Robinho y sus bicicletas" finalmente será la de "Messi y su pasaporte" hay que hacer algo. Y que mejor que vetar al jugador el máximo de tiempo posible. Yo no niego que haya un posible fraude le ley por parte del Barcelona al emplear a un jugador con contrato profesional como si fuese juvenil, pero tampoco es menos cierto que si el jugador fuera un patata nadie habría dicho ni pío. Todo este embrollo no ha hecho más que perjudicar al chaval que, sin quererlo ni beberlo, ha sido la estrella de la semana por encima del "niño" Torres, del carro de Raúl y de la causa de la selección de todos y cada uno de nadie. Y esto ya gusta a la prensa que sólo sabe hablar de la selección para debatir sobre si tiene que jugar Torres o Villa. Lo que no gustaría tanto sería que en Riazor el jugón de las hormonas de crecimiento hablara alto y claro: "No queréis arroz con leche, pues tomad, dos chicharros".

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