19 noviembre 2009

La FIFA ya tiene su mundial

La República de Irlanda no merecía un final así, tan crudo, tan duro. No fue peor en el Croke Park de la ida y fue netamente superior en Saint-Denis. Mejor plantada sobre el terreno de juego, aguantando la presión ambiental, maniatando a un equipo plagado de estrellas dirigido por un técnico estrellado, porque Francia cada vez recuerda más a la Argentina de Maradona. Los chicos de verde sufrieron poco para estar jugando contra la subcampeona del mundo con un billete tan goloso en disputa, tuvo más y mejores ocasiones, merecía, como mínimo, los penaltis, pero a veces son demasiadas las adversidades, demasiadas montañas que escalar, incluso para aquellos llamados a convertirse en héroes. Porque ayer, tras el gol de Robbie Keane me acordé de Kostadinov. Bulgaria. Pantalón verde-camiseta blanca. 17 de noviembre de 1993. París. Sin embargo, aquel día Cantona no controló con la mano para dársela a Desailly.

Tiene que ser extremadamente jodido quedarte de este modo tras 14 meses de lucha constante, sin haber perdido ningún partido en toda la fase de clasificación. Acabar segunda y ver como la FIFA, contradiciendo el plan inicial, se inventaba un sorteo con cabezas de serie, no fuera que una de las gigantes se quedara en casa disminuyendo, aunque sea sólo un poquito, la cantidad a recaudar. Tiene que doler recibir a la subcampeona del mundo, jugarle de tú a tú y perder 0-1 con un gol de rebote. Viajar a Francia, ser superior, ponerte 0-1, tener a tu rival contra las cuerdas y… recibir un gol en la prórroga tras un doble fuera de juego y posteriormente una doble mano de un Monsieur (?). Para mi es una auténtica vergüenza, porque me cuesta creer que el asistente sueco no lo viera, me recuerda a los casos no tan lejanos de los arbitrajes a Italia y España en Corea del Sur, o al penalti pitado por el cuarto árbitro –tras ver la repetición por la TV- en la Confederaciones a favor de Brasil, frente a Egipto.

Sea un robo o un error humano, lo cierto es que esta noche en la FIFA sonríen, ya tienen su Mundial, sin sorpresas exageradas, con todas las estrellas en el álbum de Panini, por las que, por cierto, no pagan nada, esperando ampliar sus ya de por sí gigantescas arcas. Propongo que para el 2014 la FIFA nombre a las 32 selecciones que quiere en su cortijo y se deje de milongas, menos sufrimiento habría tenido el septagenario Trappatoni, menos habrían llorado 4,5 millones de irlandeses, tan cerca de su cuarto Mundial, pero en el fondo, tan lejos.
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Lo que dice la web de la FIFA sobre la jugada:

Un revuelo en el área irlandesa, casi una melé. Henry se acomodó el balón y los irlandeses pidieron mano. Sin embargo, el delantero puso un centro franco para que Gallas marque. Hubo protestas de un lado y festejos del otro.


Fotos: AGENCIA EFE