09 octubre 2006

El cuento de nunca acabar El cuento de nunca acabar

Érase una vez una selección de fútbol llamada España. Supuestamente era una gran selección, de las mejores del mundo, pero nunca ganaba nada. En su país había grandes equipos con museos plagados de copas y trofeos; sus jugadores eran todos estrellas mediáticas que vendían muchas camisetas y cuyos pósters figuraban en las paredes de muchas habitaciones, pero su selección no ganaba nada. Al parecer, el seleccionador, un tal Luís Aragonés, tenía la culpa de tan estrepitoso fracaso. Hacía planteamientos extraños, se mostraba huraño ante los medios y había tenido la osadía de no convocar al gran capitán de todos los españoles, al líder espiritual y buque insignia del todopoderoso Real Madrid, en el que, por cierto, también empezaba a chupar banquillo por culpa de otro osado y decrepito técnico, un tal Fabio Capello.

Al final, cansado de tantos despropósitos y viendo que la mierda le podía salpicar cargándose el chollazo de vida que se estaba pegando, el santo Ángel María Villar bajó del cielo y obró el milagro que muchos sabihondos llevaban meses predicando. El hereje Sabio de Hortaleza fue crucificado y, en su lugar, se colocó al mejor seleccionador existente sobre la faz de la tierra, a Mr. X. Su llegada trajo lluvias para los campos y meses de bonanza para la queridísima selección. El líder Raúl volvió a lucir con orgullo el brazalete de capitán y el combinado español logró, in extremis, salvar los males contraídos por el inepto Luís Aragonés. En el último suspiro del definitivo partido, España ganó su partido contra la complicadísima Liechtenstein logrando quedar segunda de su grupo y obteniendo así el billete para la gran cruzada, la Eurocopa 2008. Los predicadores lo tenían claro. En Austria y en Suiza estarían las mejores selecciones de todo el continente, pero España demostraría, por fin, todo su potencial alzándose con el título. En el mes de mayo, Mr. X se postró ante los micrófonos para mostrar la lista de los 25 gladiadores españoles que con total seguridad iban a traer el apreciado título a la península. Y entonces algo indescriptible ocurrió. Mr. X había dejado fuera a Fulanito y a Menganito, dos extraordinarios jugadores que los predicadores protegían con locura. Aparecieron las primeras críticas, pero pocos dudaban que la victoria final no fuera posible.

Llegó el mes de junio y el país se movilizó como nunca antes hubiera ocurrido. La gente sólo hablaba de la selección. Se crearon canciones, anuncios televisivos, camisetas y bufandas para la gran ocasión. El día del primer partido el país entero se sentó ante el televisor y quedó atónito ante el espectáculo de los Chicos de oro, que vencieron sin problemas al aparentemente débil pero en el fondo peligrosísimo Rival Z. España fue una fiesta, la Copa esta vez era cuestión de tiempo. A los tres días el país entero volvió a unirse en el bar Todos a una Fuenteovejuna para ver el segundo corte de rabo y orejas del campeonato. Esta vez el rival era algo más fuerte, pero los superhombres de Mr. X seguro que se los merendaban en media hora. España podía ir goleando, pero la mala suerte sólo había permitido lograr un gol. El desastre fue supremo cuando a dos minutos del final El rival más débil igualó injustamente. El empate trajo consigo algunas voces críticas de entre los predicadores, pero en el fondo no pasaba nada, la mala suerte se había cebado contra una Armada Invencible que demostraría en el tercer partido todo su potencial. La situación estaba totalmente controlada y la única duda era si convenía más ganar y liderar el Grupo de la muerte o empatar para enfrentarse a un rival más asequible en los cuartos de final. Pero ¡Oh, Dios mío!, si Mr. X no alinea a los 11 elegidos por los predicadores. Pero ¡Oh, Dios mío!, si España está perdiendo contra todo pronóstico su tercer partido. Pero ¡Oh, Dios mío!, si la selección está fuera de la Eurocopa a las primeras de cambio.

El país entero cae en depresión y pide a gritos la cabeza del seleccionador. Los predicadores afirman que ellos ya lo habían visto en el Oráculo y claman la crucifixión del hereje Mr. X. Tras tres meses de crisis y revueltas, el santo Ángel María Villar cansado de tantos despropósitos y viendo que la mierda le podía salpicar cargándose el chollazo de vida que se estaba pegando, decide mandar a la isla de Tuvalu al inepto Mr. X. En su lugar, pone a Cornelius Wallace, el mejor seleccionador de la faz de la tierra que seguro logrará el ansiado e históricamente merecido Mundial, a disputarse en 2010 en Suráfrica. Los predicadores lo tienen claro: esta vez sí, con total seguridad la selección española ganará el Campeonato del Mundo. ¿Por qué? Pues porque el único culpable de todo el embrollo se llama Mr. X, y Mr. X, gracias a Dios, ya no está.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Enorme
Muy buena lo historia, justo lo que pasara cuando le echen.
Yo si creo que le tienen que echar, pero a Villar tambien.
En fin, no espero ganar nada hasta el dia que empiece la Eurocopa o el Mundial (o a lo que nos clasifiquemos), porque entonces me venderan la moto; yo al principio optare por bien, si la gente no va con la seleccion, yo ire a muerte; si es al contrario, sere realista (como lo fui al ver ese 4-0, con tres goles a balon parado y un gol que no se cree Torres ni de broma).

EN fin, que ilusos somos, pero como lo pasamos al recordarlo, o al acordarnos de un arbitro que nos impidio ganar a una debilisima seleccion que jugaba en su casa.

Buen post jefe

J.J. Medina dijo...

Cuando tengas hijos no les cuentes ese cuento, que luego se mean en la cama! Imagínate Villar disfrazado de payaso. Inquientante.

Jose David Lopez dijo...

Muy buena igna, el tiempo te dará la razón.

Os espero a todos en mi blog. Gracias

ricmartinez dijo...

Completamente de acuerdo, está claro que Mr X ha cometido errores, probablemente ha perdido el norte, etc, pero si se va, y si se va también Villar, no es que nos vayamos a convertir de la noche a la mañana en Campeones del Mundo. Seguro que los mismos que piden la cabeza de este señor, si llega otro y nos clasificamos para la Eurocopa, calentarán el ambiente como si ya hubiésemos ganado antes de jugar.
Pais!!

Enhorabuena por el blog

Anónimo dijo...

Has definido perfectamente la indiosincracia del carácter que tenemos los españoles, espero aunque no lo creo te equivoques y esta vez si sea la buena( que va a ser que no) , ah se me olvidava joer macho suelen llegar a cuartos tu tambiente ya los eliminas en la primera ronda jeje

zaragocista dijo...

Qu grabde Ignaevich.

Pero ya no vale la pena comentar las hazañas de estos personajillos...

ignashevich dijo...

@Jesús

Ahí es donde quería llegar yo. La Selección española tiene múltiples problemas, pero el principal no se llama Luís Aragonés o Iñaki Sáez, sino Ángel María Villar y sucedáneos. Falla el modelo, la organización, la Federación. Cambiar de seleccionador no solucionará nada, será otro parche más en una rueda plagada de chapuzas que pierde aire por todos los lados.

Saludos