02 febrero 2006

Qué duermas tranquilo Qué duermas tranquilo


Estaba la semana calentita y el Barça, aquél equipo tan ayudado por los árbitros de Villar al que ya le han regalado la Liga, la Champions y el Gamper, pagó el pato. A Víctor Muñoz, gato viejo donde los haya, se le llenó la boca al afirmar, día sí, día también, que interesaba una semifinal Barça-Madrid y que su Zaragoza iba a ser perjudicado en el Camp Nou y, finalmente, sus dardos surgieron el efecto deseado.
El Barça está fuera de la Copa y Rodríguez Santiago ha sido el responsable. Ni más, ni menos. No sólo por cargarse el partido al expulsar a Ronaldinho por una entrada que no era ni de amarilla, sino también por permitir entradas durísimas de la defensa blanquilla(que provocó 31 faltas y acabó el partido con 11) y la pérdida de tiempo constante desde el minuto 1 (César hizo lo que quiso e incluso tras el gol de Larsson cogió el balón y lo lanzó bien lejos, y Cani se pasó más tiempo en el suelo que de pie). Además, se tragó un penalty sobre Márquez y pitó el final del partido cuando todavía restaban 40 segundos para cumplir los escasos 4 que había decretado (eso sí, los había marcado cuando la remotanda parecía imposible y luego se arrepitió). Ahora surgen las voces que dicen que en Barcelona somos unos llorones. Es más, Roncero se atreve a decir que "se nota que cuando uno prueba de su misma medicina acaba con el estómago triturado" y afirma que "que el Barcelona se queje tiene bemoles". Ayer se vivió un robo en Barcelona. Y robo significa hurto con premeditación. Nada más lejos de la verdad. Una cosa es equivocarse en una jugada concreta, un penalty, un gol fantasma; y otra es pitar durante 90 minutos de manera desastrosa y siempre con el mismo destino.
No habrá Barça-Madrid de Copa. El Madrid no se podrá vengar de su eterno rival, pues, tal y como dice Roncero, "al Bernabéu hubiesen llegado maduritos y con el Madrid lanzado para consumar su venganza del 0-3". Pero Roncero 'el vengativo' está más contento todavía, pues ahora clama venganza contra el Zaragoza (por la final de Montjuic) y contra el Depor (por el Centenariazo, afirmando que la final será en Riazor en el año del centenario del equipo gallego). Cuando alguien pide tanta venganza es porque está bien escaldado. el Madrid tiene en bandeja su Copa, la salvación a un proyecto desastroso. Aquella Copa desvalorada es ahora importantísima y será celebrada por todo lo alto en la Cibeles.
Ahora queda por ver qué pasará con Ronaldinho y con Deco. Si el Comité de Competición sanciona la roja del 'Gaúcho' éste no estará ni ante el Atlético (por acumulación de amarillas) ni contra el Valencia. Además, Deco 'el sucio' (como parece que le quieren etiquetar) puede ser duramente sancionado por decirle a Rodríguez Santiago lo malo que era en la cara. El que no se irá a la nevera será éste último, que va de escándalo en escándalo (fue el de el famoso pitido en Montjuic que llevó al Ser Superior a querer impugnar el encuentro ante el Espanyol y pitó el final de un Marsella-Dinamo de Bucarest segundos antes de que un jugador rumano marcara el gol de la clasificación). Rodríguez Santiago hace mal su trabajo y no es sancionado. Seguro que ayer recibió alguna llamada: "Duerme tranquilo. El sábado vuelves a trabajar".

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