31 marzo 2006
El futuro en dos partidos El futuro en dos partidos
Estamos a cinco días del cielo o del infierno. Este Barça que maravilla a todo el mundo se juega su futuro inmediato en sólo dos encuentros: Madrid y Benfica. Serán a cara de perro. No hay marcha atrás. Con dos victorias el Barcelona sentenciaría la Liga y se pondría a 3 partidos de alzarse con la Champions League. Y atendiendo al nivel sobre el papel de unos y otros, el futuro que he dibujado es el único lógico. Pero, peligrosamente, se me antoja un futuro demasiado bonito cuando hablamos del Barcelona. Ya saben, los culés, a excepción de Carlos Pérez de Rozas y otros pocos, somos pesimistas por naturaleza.
Y eso que tengo 23 años. He vivido más victorias que derrotas. La primera Liga que mi memoria recuerda haber vivido ante la tele es la primera del Dream Team. Soy de la generación que durante 4 años pensó que el Barcelona siempre lo ganaba todo. Ligas en Tenerife, penaltis de Djukic, cabezados de Bakero en Kaiserlautern, sollozos de emoción tras el “Stoichkov, Bakero, Koeman…”. Somos una generación de jóvenes que vivimos 4 años engañados y que aprendió lo que significaba el Barcelona con dos goles de Massaro, uno de Savicevic y otro de Desailly. Antes de aquél partido se nos enseñó por la televisión el memorable gol de Koeman. Pero la semana siguiente al rapapolvo rossonero, supimos la verdad. Vimos por primera vez que hubo 4 palos cuadrados en Berna ante un Benfica en blanco y negro y una fatídica tanda de penaltis en el Sánchez Pizjuán.
Aunque lo que realmente importa es el partido de miércoles (vaya tela decir esto), mañana hay un Barcelona-Real Madrid. Ni que decir tiene que es un partido con trampa. Si gana el Barça nadie levantará la voz. Será la victoria lógica, el 1 fijo en la quiniela. Pero si es el Madrid el que se lleva los 3 puntos se abrirá la Caja de Pandora, aparecerá la cofradía de los clavos ardiendo, los titulares de ¡Hay Liga! retumbaran en las imprentas y se venderá la temporada salvada en un solo partido. Como en el pegamento de impacto, la victoria del Barcelona sólo cundirá efecto si va seguida de otra ante el Benfica. Dos pasos. A y B. Aunque los azulgranas le metieran 5 al Madrid, una eliminación ante el conjunto portugués borraría de sopetón toda la alegría. Es por ello que hoy por hoy, el del Benfica es nuestro clásico al mismo tiempo que, mañana, lo puede ser el AC Milan o el OL.
Es más. Hoy mismo firmo perder el clásico si a cambio me aseguran el pase a semifinales. Y sino reflexionen. Qué prefieren los culés. ¿Ganar sólo la Liga habiendo ganado al Madrid tanto en la ida como en la vuelta? ¿O ganar la Liga y la Champions con una derrota en el Camp Nou frente al Madrid? La respuesta la sabemos todos. El problema es que en esta quiniela del cielo o del infierno hay muchas más variantes. ¿Le tocará el premio gordo de París al Barcelona?
PD: Curiosamente, dos de nuestros 3 verdugos históricos están en el camino del Barcelona: Benfica y Milan. Es más, el tercero, el Steaua, podría estar en la final de la Supercopa de Europa. No hay que pedir venganza, hay que romper la historia.
Foto1: Savicevic con la Copa de Europa de la temporada 93-94 (Milan 4-0 Barcelona)
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2 comentarios:
Genial artículo, Ignasi, y coincido en que el partido importante para el Barça es el del miércoles. Y muy bueno lo de las tres bestias negras. Bueno y nada descabellado, pues aunque es difícil este Steaua tiene muy buena pinta y podría ganar la UEFA.
El sábado estaban con la mente puesta en el Benfica, por mucho que lo nieguen
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