Como siempre que hablamos del colectivo arbitral de primer nivel la excusa es fácil: “error de apreciación”. Otra semana más, los árbitros han vuelto a equivocarse. Esta vez han malinterpretado su propio día, la milonga sarcástica denominada el “día del árbitro”. Y encima, para más cachondeo, tal celebración se fecha el mismo día en el que nacieron Javier Clemente y Jesús Gil (descanse en paz), dos de las personas del fútbol que más han criticado a dichos pseudoprofesionales.
Lo que debía ser una jornada en la que el mundo del fútbol rendía un extraño homenaje a los trencillas ha sido interpretado por alguno de ellos como el día en que debían adquirir el mayor protagonismo y demostrar al mundo lo malos que son. Es obvio que el trabajo de un árbitro es difícil. A continuación el topicazo clásico que dice el defensor de los árbitros: “deben tomar decisiones en décimas de segundo que luego todos podemos analizar detalladamente y, en muchas ocasiones, ni así llegamos a un consenso”. Argumento válido y certero. Aún y así, no hay que obviar otros datos. Primero. Un árbitro de Primera División cobra muchísimos millones de pesetas anuales por hacer su trabajo (mucho menos peligroso y muchísimo más remunerado que otras labores). Segundo. A pesar del dineral que se embolsa, un árbitro que hace mal su trabajo jamás exhibe responsabilidades (el argumento defensor tópico expuesto siempre sirve de excusa). Tercero. Cuanto más malo es un árbitro, más posibilidades tiene de perpetrarse en la Primera División. El caso más evidente es el lamentable Puentes Leira. ¿Por qué sigue con el silbato en Primera División? Sólo Díaz Vega y Sánchez Arminio lo saben. Dicen desde el Colegio de Árbitros que en cada encuentro hay una persona que puntúa de 0 a 10 al colegiado para, a final de temporada, descender a los peor puntuados. Entonces, por qué siguen arbitrando en Primera División Puentes Leira, Pérez Lasa, Mejuto González y Rodríguez Santiago? ¿En algún partido han sacado más de un 4? ¿Estaríamos hablando entonces de notas infladas? ¿Alguien hace caso de estos puntos?
Antes de todo, quiero dejar claro que, pese a que en esta jornada los errores han tenido como protagonistas a Barcelona y Real Madrid, mi argumentación NO quiere ser interpretada como una pataleta culé antimadridista. Que en esta jornada el perjudicado haya sido el Barcelona no significa nada. Si el piscinazo de Milosevic lo desarrolla Ronadinho y, en lugar de Edmilson, el perjudicado por dicha acción es Cuéllar, que nadie dude de que Pérez Lasa también pita penalti y expulsa al defensor. Es evidente que esa jugada marcó el devenir del encuentro pues dejó al Barça con 10 con 30 minutos por delante y le dio el 2 a 0 a Osasuna cuando el Barça más apretaba. Aún y así, ese no es el error más grave de Pérez Lasa. Aunque el propio madridista Carlos Martínez dijera en la retransmisión del Plus “vamos a ver la repetición pues la caída de Milosevic ha sido muy extraña”, el árbitro pudo interpretar penalti. No debemos juzgar al colegiado por esa acción, sino por el cómputo global.
Pérez Lasa permitió patadas y agarrones, dio mal hasta tres leyes de la ventaja y no sancionó ni un solo desplazamiento del balón. Cada salida en ataque del Barcelona tenía la misma secuencia de acciones: agarrón claro, pitido del árbitro y desplazamiento del balón por parte de algún jugador rojillo. Así des del minuto 15 hasta el final. Chapeau para Aguirre y los suyos que sabían de las debilidades de Pérez Lasa. ¿Alguien meterá en la nevera a este colegiado? Está claro que no. El domingo que viene volverá a pitar el mismo que expulsó a David del Sevilla por llamar a un linier “ruin”.
Vayamos a por el segundo protagonista del “día del árbitro”: Mejuto González. Sí, es él, el mismo del famoso “Rafa no me jodas” que llevó al peor linier de la historia del fútbol español a rodar, incluso, un spot publicitario. Mejuto fue el elegido para pitar el Valencia-Real Madrid y, habitual en él, la lió. A diferencia del Osasuna-Barcelona, el partido de Mestalla no fue intenso, no hubo patadones ni malos rollos fuera de lo estrictamente habitual en un partido de fútbol. Pero Mejuto tenía que liarla y lo hizo. Su error es, para mí, el más grave de la temporada y semejante al de Rodríguez Santiago en aquél famoso Espanyol-Real Madrid de Montjuic. No hay error de apreciación. Hay patadón al Reglamento. La jugada os la sabéis de memoria. Villa entra por banda izquierda y es derribado. Parecer falta clara pero Mejuto no la pita. El balón llega a Sergio Ramos que, sin protestar por la evidente falta, coge el balón con las manos dentro del área para pasarla al lugar de la infracción. Lío al canto. Mejuto se da cuenta de que debe pitar penalti y se asusta. Su primera reacción es extraordinaria. Va a hablar con el linier. Es evidente, va a pitar falta a favor del Valencia y todos contentos. Pero no, pita falta de Villa a Raúl Bravo. El error es garrafal e indigno de un colegiado internacional que tiene papeletas para representarnos en el próximo Mundial. Luego vendrían las manos de Ronaldo previas al penalti de Cañizares que, por suerte para Mejuto, acabó siendo detenido. Aún y así, el daño ya estaba hecho. Otra vez digo lo mismo. Si el que coge la pelota con las manos es Puyol, o Lopo, o Coloccini, o Perea o quien sea, Mejuto hubiese hecho lo mismo porque es malísimo. Repitamos pregunta. ¿Alguien va a meter a Mejuto en la nevera? Respuesta: No. Así que la semana que viene, y la temporada que viene, se la liará al Cádiz, o al Atlético de Madrid, o al Sevilla, o al Betis o a quien le toque.
Ya está bien de milongas. Si un árbitro cobra lo que cobra que tenga responsabilidades como los demás. Si un jugador lo hace mal, el entrenador le sentará la semana siguiente. Si un jugador agrede a otro, será expulsado y se perderá el siguiente partido, si un entrenador lo hace mal, será cesado, si un… Todos tienen derechos y obligaciones en el mundo del fútbol menos los árbitros. El domingo que viene otra vez pitarán los mismos de siempre y, sus errores, serán otra vez justificados a viento y marea con los mismos argumentos de siempre. Ellos duermen tranquilos. Su puesto de trabajo es fijo y, desde ayer, hasta tienen una jornada propia: “el día del árbitro”. ¿Tan duro es, entonces, su trabajo?
4 comentarios:
Muy buen artículo. Coincido contigo en todo. Sólo una pequeña apreciación sobre el tema Carlos Martínez. Independientemente de sus preferencias más personales, lo considero un buen narrador. De los mejores. Intenta ser ecuánime. Y eso ya es mucho. Imagínate a ti o a mi narrando los partidos del plus. ¿Se nos vería el plumero?
Un abrazo.
PD: Gran dato el de Clemente, Gil y el día del árbitro.
El mejor homenaje al árbitro es que se hable de él lo menos posible antes del partido y que pase desapercibido durante el encuentro. Con tanto día del colegiado, pues se les pone más en el punto de mira de aficionados, periodistas,...
laporta mentiroso y falso, la liga es vuestra pero garcias a los contactos con villar, que ya canta muxo (y eso q no me gusta el madrid) pero es descarado..sinverguenzas! claro, como no vais a ganar si os favorecen en todo???
que mal informado estás chato!!!! Soy Licenciada en ciencias del trabajao y los árbitros no cotizan a la seguridad social, por tanto:
1. No son pseudoprofesionales, su trabajo es hobby (como cuando tu juegas a las cartitas)
2. Si tienen riesgos, deberían pagarles pluses por peligrosidad, pues muchos cazurros se encargan de escupirles, tirarles mecheros, botellas de cristal...
3. Si les exigen como a los profesionales del futbol (jugadores) que estan dados de alta en el regimen especial de la seguridad social, que les dejen cotizar... oBLIGACIONES=DERECHOS
4. Es un colectivo amedrentado por el miedo de los mafiosos de la RFEF
5. Llevan una media de 15 años como árbitros (desde categorias inferiores)
6. La máxima puntuación en cada partido no e de 10 sino de 6 (enterate chato)
7. Realizan pruebas físicas en julio y en agosto que constan de:
pruebas física, examen de idioma y charlas deportivas con videos.
Como ultima observación te diré que actualmente la mayoria de los árbitros tienen estudios universitarios y por cierto, muchos sacrifican su trabajo por dedicarse a este hobby sin estar cotizando esperando por una buena jubilación (pues no tienen derecho y muchos a los 47 años deben abandonar su carrera arbitral).
Animo a todos y me quito el sombrero por vuestro empeño y dedicación.
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