Apreciaciones sobre los grupos A y B tras la segunda jornada. Apreciaciones sobre los grupos A y B tras la segunda jornada.

Grupo A. Tras la sensación agridulce dejada por Alemania en el partido inaugural de Munich, en la que demostró disponer tanto de una pegada innegable como de una fragilidad defensiva increíble (desde que tengo uso de razón futbolística no recuerdo una Alemania tan frágil en defensa), Alemania defraudó, y mucho, en su segundo encuentro mundialista. La recuperación en el once inicial de Ballack alentaba ver la mejor cara del combinado de Klinsmann, pero el encuentro de la emotividad histórica sólo quedó en eso. Ver las banderas polacas junto a las alemanas en las gradas de Dortmund me llevaron a la cabeza cientos de imágenes del siglo XX: la invasión de Hitler a Polonia, el recuerdo de mi visita a Mauthausen, los ghettos de Varsovia, Willy Brandt arrodillado pidiendo perdón al pueblo polaco… El partido en sí, fue calamitoso, con una Alemania falta de creatividad y una Polonia francamente deplorable. Ahora la pregunta de por qué Frankowski se quedó en casa cobra una dimensión superior. La teoría de Pawel Janas de ir al Mundial sin estrellas ha caído por su propio peso y dudo mucho que siga siendo el seleccionador polaco de cara a la próxima Eurocopa. Al final, se cumplió la teoría de Lineker que dice que “el fútbol es un deporte en el que juegan 11 contra 11 y en el que Alemania siempre acaba ganando por 1 a 0”. Ante la inoperancia alemana, Klinsmann abrió campo con el joven Odonkor y puso en punta al salvador Neuville y la jugada le salió redonda. Minuto 91, escapada por banda derecha del extremo del Borussia Dortmund y gol de Oliver Neuville. Alemania clasificada y Polonia con las maletas de vuelta a casa.

El otro partido de grupo certificó una de las sorpresas más gratas de este Mundial: Ecuador. Aquellos que dijeron una y otra vez que la ‘tricolor’ sólo sabía ganar en casa aprovechando la altitud de su país han visto caer estrepitosamente su teoría. Ecuador es una selección poderosa en defensa y con pegada arriba a la que es muy difícil crearle ocasiones de gol y que no suele desaprovechar las suyas. Además, tiene a dos delanteros a los que todo les viene de cara y, ante eso, una floja Costa Rica nada pudo hacer. La pareja Carlos Tenorio-Delgado se compenetra a las mil maravillas, se buscan, se desmarcan al unísono y abren unos huecos enormes. Si a eso le unimos un trabajo en equipo compacto y una defensa sólida e impenetrable el resultado no puede ser otro que la clasificación directa para octavos. Y mucho ojo que Ecuador va líder de grupo y sólo perderá ese privilegio si Alemania le vence en el último partido del grupo A.

Grupo B. La imagen que hasta el momento está dando Inglaterra es muy parecida a la de Alemania. Su fútbol es arcaico y ramplón y está ganando sus partidos por pegada. Pocas veces un equipo ha desaprovechado más a dos peloteros fantásticos como son Lampard y Gerrard. La táctica de Eriksson ante Trinidad y Tobago es tan sencilla como insultante. Pase a la banda para Beckham, ‘banana’ al punto de penalti y que remate Crough. Si el larguirucho ariete del Liverpool cabecea puede ser gol o córner (más remates de cabezas), si despeja la zaga el balón puede caer a los pies de Gerrard o Lampard que tienen un chut a media distancia tremendo. Y así durante 90 minutos de ‘acoso y derribo’ primitivo y falto totalmente de claridad constructiva. Y claro, ante eso, los equipos débiles son cuando mejor defienden, más aún si tienen a un defensa que mide más que el delantero inglés. Lawrence mide 2,01m por 1,98 m de Crough. De este modo, Lawrence sacó del partido a la única referencia de los ‘pross’ mientras los trinitenses llegaban con cierto peligro en los pocos contragolpes que pudieron llevar a cabo gracias a un luchador incansable como ayer fue Stern Jones. Y hasta pudieron adelantarse en el marcador en una jugada en la que Robinson salió a buscar uvas y Terry tuvo que salvar en la línea. Mientras, los minutos pasaban, y Eriksson, hombre de ideas fijas donde los haya, nutrió todavía más las bandas con los jóvenes Lennon (el mejor de largo) y Downing. Y tantos balones colgaron que al final Crough llegó a uno antes que Lawrence y anotó el salvador 1 a 0 a seis minutos del final. Con Trinidad y Tobago tocada Gerrard se sacó un zapatazo de los suyos para dejar en el luminoso un engañoso e inmerecido 2 a 0. La única nota positiva para los ingleses fue la vuelta de Rooney que, a pesar de no estar todavía a su nivel habitual, es el líder espiritual del equipo y sólo con su presencia engancha su garra a sus compañeros. Al otro lado queda Trinidad y Tobago. Aunque todavía tiene opciones de clasificarse, lo más seguro es que el combinado de Beenhakker se vuelva para casa en la primera ronda. Eso sí, la sensación que ha dejado ha sido muy positiva. Para un país de sólo 1,3 millones de habitantes y en el que el fútbol no es el deporte principal la imagen que ha dado su selección debe ser de lo más gratificante. Es más, creo que es la selección de las 32 que más ha exprimido sus posibilidades. Sólo le queda anotar un gol para completar un muy buen papel.

Por último, ayer se disputó en Berlín un soporífero Suecia-Paraguay. Se juntaron el hambre con las ganas de comer. Paraguay volvió a apostar por el 0 a 0 desde el minuto 1 y apunto estuvo de salirle bien la jugada. La dupla Gamarra – Julio Cáceres segó del campo a los arietes suecos y Bobadilla demostró ser un portero de enorme calidad. Junto a ellos, el mítico Acuña se comió el centro del campo y Nelson Valdez disparaba a puerta todo lo que le caía a los pies. La verdad es que Paraguay defraudó y mucho, pero más por su apuesta táctica que por su juego. En mi opinión, una selección que goza de un carrilero fabuloso como Núñez y de cuatro jóvenes fantásticos como son Dos Santos, Riveros, Santa Cruz y Valdez está obligada a mucho más. Lleva demasiado tiempo apostando por el juego defensivo y, aunque en los dos últimos mundiales dicha táctica le valió para llegar a octavos, espero que el batacazo de anoche sirva para que en el futuro apuesten por un juego más ofensivo y descarado. Hace unos años no gozaban de calidad y por ello se centraron en la táctica y en los resultados cortos. Ahora tienen ese plus de toque, juventud y descaro que debe verse desglosado sobre el césped. Una auténtica pena.

Al otro lado encontramos a Suecia. Para mí, una de las mayores decepciones de este Mundial. Demasiado lejos queda de aquél vistoso combinado que hace sólo dos años deslumbró en el Europeo de Portugal. Suecia lo tiene todo para ser un gran equipo, pero no carbura. Tiene una zaga contundente y equilibrada, 'jugones' como Kallstrom (mucho cuidado con este jugador que acaba de fichar el Lyon) y Wilhelmsson, un llegador nato como Ljunberg, un fuera de serie como Ibrahimovic y un ariete puro y matador como Larsson. Pero el combinado no funciona. Se atascó ante Trinidad y Tobago e hizo lo propio ayer. Demasiados balones colgados y, sobre todo, demasiada distancia entre la defensa y el ataque que se traduce en la pérdida del centro del campo que dificulta el juego de creación. Al final ganó por los pelos y a la heroica con un gol de Ljunberg tras dejada de Allback. Al igual que el Ecuador-Alemania, el Suecia-Inglaterra decidirá quien acaba primera de grupo, y mucho ojo que un cruce entre alemanes e ingleses en los octavos no es ni mucho menos una posibilidad nada remota. La otra posibilidad, para mí muy lejana de la realidad, es que pierda Suecia ante Inglaterra y que Trinidad y Tobago golee a Paraguay.

NOTA: por algún motivo que desconozco, no suben las imágenes al blog.