Hace apenas un año todos teníamos algo de amarillo en nuestro interior. El Villarreal, debutante en la Champions League tras una temporada liguera espectacular, se había clasificado para los octavos de final -y ¡como primero!- tras superar un grupo dificilísimo en el que el Manchester United mordió el polvo frente al Benfica en una última jornada no apta para cardiacos. Si en el éxito liguero de la 2004-05 nadie dudó en sobresaltar el importantísimo papel jugado por Forlán y sus goles (aunque Riquelme también completó una temporada fantástica), está vez, en el 'milagro de la Champions', el gran buque insignia sería Riquelme. Román volvió a ser el gran mariscal de Boca Juniors, el temple en persona, el director de una orquestra que sonaba de maravilla por Europa. Goles de falta por doquier, ritmo pausado o acelerado según exigía el guión, control. Al son de Riquelme el Villarreal se hizo grande y eliminó a Glasgow Rangers en octavos y a Inter en cuartos. Sólo quedaba un último obstáculo en el camino hacia París, el Arsenal de Henry, Cesc y Touré. En Londres, el Villarreal sucumbió por 1 a 0 en el último partido de Champions que vio el mítico Highbury Park. Todo quedaba abierto para la vuelta. Tras 89 minutos de acoso y derribo, el Arsenal había aguantado el temporal amarillo. Parecía que los gunners estaban ya en la final, pero el destino quiso otorgarle a Riquelme la última oportunidad. Penalti. El gol le da al Villarreal la prórroga y, visto lo visto sobre el césped de El Madrigal, un pie y medio en París. 11 metros, la gran especialidad del ‘10’ amarillo, pero Riquelme falla ante Lehmann, que dos meses después, en tierras alemanas, también sería el responsable de mandar para casa a Argentina antes de tiempo.
Tras el error, todos salimos a la defensa de Riquelme. Obviamente, el penalti sólo lo falla el que lo tira. Nadie se dio cuenta de que aquel día se perdió algo más que un billete para una final europea. En Argentina se frotaron las manos ante el director que debía llevar a la albiceleste a realizar un gran papel en Alemania, pero Riquelme volvió a ser ese jugador apático e inconexo con el mundo que fue en Barcelona. No completó un mal Mundial, simplemente desapareció. Y esto, en clave Riquelme, es lo peor que puede pasar. A Román le gusta ser protagonista, tener el balón, mimarlo, mirar, pisar y girar al otro lado, sentirse líder. Con esto es uno de los mejores del mundo. Sin ello, pasa a la mediocridad. No hay medias tintas. Terminado el Mundial, Riquelme colgó la camiseta albiceleste. Empezó la Liga y Riquelme siguió en estado de letargo. De las 15 jornadas disputadas hasta el momento, el ‘10’ ha jugado los 90 minutos de 13, perdiéndose sólo 2 encuentros y por lesión. ¿Lo está haciendo mal? No, simplemente, parece que no está. Para un equipo como el Villarreal, construido y pensado para girar entorno de Román, significa la ‘muerte’: 11º en la Liga y fuera de la Copa del Rey.
Y ahora, para rematarlo, llega al Submarino Amarillo Matías Fernández, un jugador llamado a marcar una época, no sólo en El Madrigal, sino en el fútbol mundial. Matigol juega en la misma posición que Riquelme y, como a él, le gusta mimar el balón, pisarlo, gambear, sentirse líder. De aquí a final de temporada, todo apunta a que Matías jugará en las segundas partes y, seguramente, muchas de estas veces el sacrificado tendrá que ser el hasta ahora intocable Riquelme. Puede qua en momentos clave puedan estar los dos juntos sobre el césped, pero, por definición, ambos son incompatibles. ¿Le estarán enseñando la puerta de salida a Riquelme? Ver cómo reaccionará Román ante esta nueva situación es toda una incógnita. Puede que despierte y vuelva a ser el gran mariscal, pero conociendo un poco su mentalidad, estamos posiblemente ante el final de un ciclo, y media Europa ya se frota las manos. Y es que, aunque no lo parezca, Riquelme tiene sólo 28 años, la edad perfecta para un jugador de fútbol.
El dato: La llegada de Matías Fernández, Gago e Higuaín al fútbol español completa una saga de jóvenes talentos sudamericanos llamados a marcar época en el futuro inmediato. Se unen a Messi, Robinho, Agüero, Carlos Vela y Lobos.
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El penalti de Riquelme frente al Arsenal
El penalti de Riquelme frente al Arsenal
Matías Fernández, la nueva perla del fútbol sudamericano (dalealbo.cl)